En un sueño, me quité los pantalones, los zapatos y los carzoncillos para ponerme la camiseta; tenía que coger el tren y subi las escaleras mecánicas buscando mi ropa, llegué de nuevo abajo y solo encontré la zapatilla negra y la alfombrilla de un coche vomitada de tinto.
Me encontré con una xabala que llorando me dijo que era un pringao, la abrazé aun desnudo y fui a pedir ayuda. En la estación, todos eran chabales atleticos, de cuerpo definido, todos dejaban ver su cuerpo y lucían la misma chaqueta que su amigo de al lado. Había tres grupos, el cercano, que pasaba compasibamente de mi, el lejano que me rechazaba con miradas de superioridad, y el tercer grupo que parecía trabajar para la estación. Les dije: "he perdio mi ropa, me la quité pa ponerme la camiseta y ahora no sé donde está". Yo pensaba que me diesen una toaya, y fue eso lo que me contestó el muchacho: "pues toaya no hay! toaya no hay!" Fué entonces como si salida de una serie de los años 50, la pared de la cafetería de enfrente me recordaba mi problema, el rojo difuminado sobre el amarillo esparcido sobre el verde.
Recuerdo que sentía nerviosismo cuando bajaba para coger el tren, tenia que cogerlo, los trenes no esperan, y todos teniamos que cogerlo y tomar nuestro camino, pero me quedé solo aunque sentía que el tren seguia esperando, me sentía solo y que todos cuantos me rodeaban se jactaban de lo que me pasaba. Estaba desnudo en medio de la estacion, llendo de un lado a otro buscando mi ropa, y al final no la encontré porque me atormentan los colores.
Metaforicamente quizas todo se refiera a que siento impotencia ante la perspectiva de tomar mi futuro (coger el tren), hago estupideces para cosas simples y asumo hacer el ridiculo ante el mundo, siempre buscando un alma caritativa.
El mundo de los sueños... es todo tan relativa, metaforica y enrebesadamente grotesco...