Lo que me da coraje es sentir vacío cuando pienso que nunca compartió esas canciones conmigo, las que le quedan por escuchar, las que escucha y las que ha escuchado desde que cerró la puerta.
Siento esperanza cuando me digo a mi mismo que soy capaz de superarlo, que llegados hasta aquí todo puede ir mejor. Pero pienso que me derrumbaría viendole, que volvería a aparecer dolido y sin espiritu y es justo lo que no quiero. Ya le he enseñado que me quedé vacío cuando nos separamos, no puedo decirle que sigo estando vacío porque ese hueco se está llenando a marchas forzadas.
He vuelto atrás en el tiempo, tanto atrás y tan poco. Redescubro todo y a mi mismo. Y lo mas importante es que sueño con conquistar a ese desconocido de mi clase. Tan sólo tengo que saltar diciendo hola en el momento adecuado. Me emocionan esos momentos de vuelta a la estacion en los que le persigo y me dejo perseguir. Parezco estúpido ahora que lo pienso, y me da la impresión de que si le digo hola se acabará esa emoción. Mi pregunta es si quiero o no sustituir esa emoción que acabo de calificar de estupidez senil por el placer de mantener una conversación.
Hay una tía que se ha sentao hoy a su lao y que no es la primera vez que lo hace. Me pregunto quién será y qué pretende cada cual.