lunes, 19 de noviembre de 2012

como el humo se va

El tiempo, se me escapa de las manos, se me escapa de mi tiempo, de mi vida, la juventud. Tendría que aprovecharlo más, disfrutándolo, manejándolo, controlándolo sin necesidad de un reloj, un calendario, una fecha marcada. Debería utilizarlo para labrar mi futuro viviendo el presente.

Nunca soñé con esta vida, siempre me imaginé escondido, encarcelado, subordinado a los convencionalismos que me enseñaron, a los que dí demasiado valor. Nunca pensé que fuera capaz de poseer la libertad de elegir. Por eso, y como mi naturaleza humana implica, quiero más. Siempre voy a querer más de lo que tengo por mucho que sea. No es que tenga mucho de eso que quiero pero al menos tengo algo.

El tiempo sigue escapándoseme y corriendo por mis venas. No puedo pararlo, no puedo pararme a pensar y a lamentar que lo estoy perdiendo. Sólo puedo emplearlo en producir y recoger frutos, pero no sé como hacerlo, no tengo el medio para trabajarlo y moldearlo, solo tengo el deseo de hacerlo.


"Como el humo se va" me recuerda a las personas que se han ido y que no volverán como eran antes. Ahora son tan solo sombras, recuerdos de lo que fueron, una estela que dejo atrás intentando deshacerme de ella, olvidar la parte que hecho de menos y quedarme con los errores que no debo volver a cometer.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Salió a fumar a la calle y desde lo alto de la escalera vio dos sombras a lo lejos que se ocultaban tras una pared. Se quedaron un momento allí. Luego se ocultaron de su vista para perderse por donde habían venido.
Y allí se quedó, de pié fumándose los pensamientos, deseando, añorando pasear con alguien bajo la lluvia, susurrando las palabras, lejos de miradas indiscretas, de oídos puntiagudos y en silencio besar justo cuando comience a llover.

Pasados unos minutos comenzó a llorar estas palabras.