Aquellas cosas son eso que muy fugazmente, se podía entreveer, que no salían de asombro, las instancias en que se adoptaba tanto lo bueno como lo malo, se revolvían en las entrañas las condiciones en que absorvía todo lo malo que se podía achacar. Los wantazos de pecho acababan por doler en la espalda y en los pelos y las manos, qué toco?
Al habla, los llahuntos de mi cabeza timbrante y la descalabrada imagen que de mí quiero y exijo formar, sufriendo así los malgastares de una vida climáticamente sexual, de la que la exposición sobrecontrolada que sospecho, me hace sentir insatisfecho e incompleto, pongo por mis huevos, que la cabeza voy a vaciar de mierda, y que las vueltas de la copa sean para enmendar, los errores, que ahora, me parece y me dejan des... Seguido de adjetivos gerundios. Y un monton de tiempo para escribir, kitando la tristeza que se produce...
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